En el decurso de mi insomnio tuve un fogoso pensamiento y sin dudarlo prendí la luz para expresarlo al recipiente de mis emociones, a mi cuaderno cernido de tinta azul:
Por Fernando Grécò
Hoy me he dado cuenta de que no he nacido para ocultarme, sino para expresarme, explayarme y arriesgar.
Que cada vez que callo, muero; que cada vez que afronto, vuelo. Y que cada día amarte más, me hace fuerte.
Yo soy el fuego, ardua pasión y tú aquí en mi corazón. Yo quiero ser del viento pero soy de ti. Yo quiero ser orgullo de nuestra historia, y por eso quiero no echar a perder las cosas.
Que un impulso me acelera a la tentación. Que recordarte sea el freno de mi claudicación.
Si tú más estás conmigo, entre la gente y los vecinos; si tu más me das la mano sin pudor al sol nativo. Sí, en tanto yo me enciendo en el camino y te salpico con chispas de pasión: ardor vivido.
Y que mi brújula emocional sea un tick nervioso de mi piel; el más extraño, el más creativo, desde esta tierra pampeana hasta su antípoda ignorada; el más hermoso, el más sabroso: nuestro amor hacia lo eterno...
Por Fernando Grécò
Hoy me he dado cuenta de que no he nacido para ocultarme, sino para expresarme, explayarme y arriesgar.
Que cada vez que callo, muero; que cada vez que afronto, vuelo. Y que cada día amarte más, me hace fuerte.
Yo soy el fuego, ardua pasión y tú aquí en mi corazón. Yo quiero ser del viento pero soy de ti. Yo quiero ser orgullo de nuestra historia, y por eso quiero no echar a perder las cosas.
Que un impulso me acelera a la tentación. Que recordarte sea el freno de mi claudicación.
Si tú más estás conmigo, entre la gente y los vecinos; si tu más me das la mano sin pudor al sol nativo. Sí, en tanto yo me enciendo en el camino y te salpico con chispas de pasión: ardor vivido.
Y que mi brújula emocional sea un tick nervioso de mi piel; el más extraño, el más creativo, desde esta tierra pampeana hasta su antípoda ignorada; el más hermoso, el más sabroso: nuestro amor hacia lo eterno...
No hay comentarios:
Publicar un comentario