viernes, 26 de octubre de 2012

Mas yo me libro del dolor


El río sopla fuerte por los valles anaranjados de nuestra infancia, va vertiendo su color interior como una gota de vino, va perdiendo el color tras la turbia inflorescencia de sus últimos momentos de vida y, dolorosa y lentamente van cayendo sus pétalos que cuando tocan el suelo son un recuerdo más, pisado pero clavado en el pie de tu camino como una espina de rosa, que tu insensibilidad te permitirá ni darte cuenta que allí quedó y que la llevarás por siempre. Mas yo me libro del dolor sabiendo que ha terminado aquel esplendor, y quizás algún viento dorado sople la última hoja verde de nuestra pretérita y hermosa rosa, que se fue muriendo por tu mustia negligencia.

Fernando Grécò: 26/10/12