lunes, 19 de diciembre de 2011

El clima influye en el estado de ánimo de algunas personas

Hace mucho no escribo en el blog y no quería dejar pasar el año. Hoy quiero escribir algo de interés público que tiene que ver con el clima.
Dicen que se ha demostrado científicamente que la climatología afecta difectamente al estado de ánimo de las personas. Tal así que en regiones donde el clima es cálido y abunda más el sol, la gente sale más, está más alegre y tiene más contácto con la gente, en cambio en lugares donde el clima es más templado y está más nublado con menos presencia del sol, la gente es más reservada y menos sociable.
También se afirma que en las zonas más lluviosas la gente es más propensa a la depresión en comparación con las zonas donde predomina el sol. No obstante el agua es beneficiosa para la salud.
Los optimistas, (aquellas personas propensas que ven y juzgan las cosas en sus aspectos más favorables) moldearán el tiempo a su manera y por lo tanto no se verán afectados por los mismos.
Esto es algo más que encontré en otro blog:
La investigadora estadounidense Carol Dweck, autora del libro “Minset", opina que
el optimismo puede aprenderse. Considera que el optimismo está al alcance de todos con sólo adoptar lo que ella define como “mentalidad del cambio”: tener conciencia de que somos personas cambiantes, que crecemos cada vez que nos arriesgamos a aprender algo nuevo y que el optimismo aumenta cuando uno se da cuenta de que es dueño de su destino.
La mejor manera de criar optimistas es aducando a los chicos y los jóvenes con una “mentalidad de crecimiento”: aumentar su autoconfianza felicitándolos por sus esfuerzos y no por sus logros.
En conclusión ¿Por qué no decidimos ir a un evento programado los días lluviosos? por ejemplo, o visitar algún lugar que esté abierto, para aprovechar ese día "feo" y paliar los efectos del clima.


Esto lo escribí un día en el cual fui víctima del clima caótico de mi ciudad (Mar del Plata) , el cual me servirá como lección para no serlo más:

El Clima y yo

Hoy ha salido el sol que a mis ojos iluminó, que poco a poco aumentó mi energía interior.
Y he salido por las calles de una ciudad, tal vez superficial con oasis de profundidad donde se encuentran esos tesoros que no salgo a buscar por falta de recursos pero a los cuales si espontáneamente los topara, no los soltaría jamás. 
Sin embargo cuando he regresado de la esperanzada mañana, se ha nublado prepotente y mi entusiasmo mitigado. Derrepente han caído del cielo, gotas de nubes grises pasajeras: inconstantes, pesadas, que empaparon mis planes dibujados y echado a perder. Mas sin darme por vencido le he huído en compañía de nueva música y el amor, Y comenzaba a elevarme entre notas y abrazos inéditos,pero nuevamente relampagéando amenazaba con no dejarme en paz, y la tormenta acechante llegó exuberante y aun cuando no haya derribado aquel iglú con la música y el amor, tal vez sí, logró aplacar el fresco refugio. 
Y cuando ya de noche he regresado todos mis sueños se han desinflado. Que he perdido la conciencia y que estoy desorientado, ya no tengo ganas de ordenar mis asuntos ni mi habitación y, es cuando pienso ser más fuerte que este caótico clima, negarle que influya en mi camino.
Ahora recibo un mensaje tierno, y el sol se asoma lento, despacio, pero saliendo de nuevo. 

Fernando Grécò 11/11/11


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